Un contrato de alquiler vacacional es un recurso indispensable y recomendado si quieres protegerte legalmente como anfitrión. Por ello, en este artículo ahondaremos en los requisitos y elementos que no pueden faltar en un modelo de contrato de alquiler vacacional o arrendamiento de temporada. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es un contrato de alquiler vacacional?
Un contrato de alquiler vacacional es un documento formal que se realiza entre dos partes interesadas, en este caso entre el propietario o gestor del alquiler vacacional por el que se recoge el uso de la vivienda con fines turísticos y la duración de la estancia, además de otras clausulas, como condiciones de pago, depósito de seguridad, y demás, a cambio de un precio y servicios acordados.
Gracias a un contrato de este tipo, los propietarios de viviendas turísticas pueden desempeñar con mejores garantías y seguridad las labores de anfitrión. Al final, los huéspedes son desconocidos y deberás protegerte legalmente frente a posibles complicaciones y malentendidos.
Según como sea tu tipo de alquiler, podrás ofrecer un modelo de contrato para toda la vivienda vacacional o para habitaciones individuales o subunidades. En general, el modelo más común es el primero, aunque el alquiler por habitaciones está muy normalizado para alquileres de temporada.
¿Qué deben tener los contratos de alquiler vacacional?
Para que el contrato sea legal, deberá contener datos relativos a la propiedad, las fechas de entrada y salida, datos del propietario firmante y los huéspedes que se alojarán, así como otros detalles que analizaremos a continuación.
1. Datos del alquiler vacacional
Será importante detallar la dirección del alojamiento, del estado actual en el que se encuentra y proporcionar un inventario del contenido.
Puedes adjuntar fácilmente el inventario en un Anexo, para que los huéspedes tengan constancia de todo el contenido, electrodomésticos, muebles y objetos de los que podrán disfrutar durante la estancia.
Asimismo, el inventario será de gran ayuda a la hora de supervisar que todo esté en correcto estado y no se hayan producido daños causados por un mal uso, rotura o descuido de las instalaciones, una vez los huéspedes hayan abandonado el alquiler vacacional.
2. Datos del anfitrión y el huésped
Las dos partes contratantes deberán proporcionar datos de contacto del propietario y el huésped principal, como nombre completo, dirección, DNI o pasaporte, teléfono y dirección de correo electrónico.
También será conveniente dejar constancia de todos los huéspedes que estarán en la vivienda durante la estancia, por ejemplo cónyuges o hijos pequeños.
3. Limitaciones
En este apartado deberás especificar la capacidad máxima de huéspedes permitidos y avisar también de las multas en caso de no respetar esta norma, como cargos adicionales por cada huésped extra.
Aprovecha también para mencionar algunas normas de la casa, como los horarios de entrada y salida y normas de convivencia con el resto de vecinos, por ejemplo: respetar el horario de ruidos, prohibición de fiestas, animales de compañía, etc.
4. Estancia mínima
Será importante definir el tiempo de estancia mínima (sobre todo en un contrato de arrendamiento de alquiler de temporada). Si en tu alquiler vacacional también exiges una estancia mínima, con el fin de ahorrar gastos extra, deberás especificarlo en el contrato.
5. Condiciones de pago y desglose de precios
Una parte fundamental del contrato es la especificación referida a la forma de pago. Puedes aquí incluir las diversas opciones de pago que aceptes (tarjeta de crédito, transferencia bancaria, Bizum, Paypal, Stripe), y la fecha límite para abonarlo.
Otro punto importante es especificar las distintas tarifas y desglose de costes, como por ejemplo: tasa turística, gastos de limpieza, servicios adicionales contratados, etc.
Si pides un depósito de seguridad, no olvides incluirlo en este epígrafe, junto con las condiciones y el plazo de devolución del mismo.
6. Política de cancelación
Una buena política de cancelación puede evitarte muchos quebraderos de cabeza. Aunque seguramente tus huéspedes ya la conozcan por haberla leído en las plataformas de alquiler alojamientos turísticos, no está de más recordarla también en el contrato.
Para saber más sobre las condiciones de cancelación existentes y descubrir la que mejor se adapta a ti puedes consultar nuestra guía al respecto.
7. Firma y fecha
Ya por último, solo quedará firmar el contrato. Reserva un espacio al final del mismo para la firma del huésped y la tuya, y no olvidéis poner la fecha de firma del contrato, ya que será el punto de partida para su vigencia.
¿Es obligatorio hacer un contrato de alquiler vacacional en España?
En España no es obligatorio a nivel estatal realizar un contrato de este tipo, pero sí lo es en algunas comunidades autónomas, como Andalucía o Canarias.
Por tanto, si la vivienda turística no está ubicada en ninguna de estas comunidades, depende de ti si quieres realizar un contrato o no, ya que no es necesario. Esto se debe a que no existe a día de hoy una regulación estatal sobre alojamientos turísticos, ya que dicha potestad recae sobre las comunidades autónomas y las regulaciones locales.
Utilizar una modelo de contrato de alquiler vacacional
Con esta información podrás crear tu propia plantilla para contratos de tu alquiler de vacaciones. También simplemente podrás descargarte una como la que ofrece gratuitamente la OCU aquí.
Al tratarse de un tema importante y que preocupa tanto a huéspedes como anfitriones, si administras alquileres vacacionales nuestra recomendación es que siempre cuentes con una plantilla de contrato que puedas reutilizar cada vez que recibas una nueva reserva. De esta forma, estarás protegido a nivel legal de cualquier contratiempo ocurrido durante el arrendamiento turístico.
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